jueves, 24 de octubre de 2013

''Desarrollan traje que calma el dolor y aumenta la movilidad en pacientes con daño cerebral''

Un traje con electrodos que reduce el dolor crónico y estimula la musculatura
Científicos suecos diseñan una ropa elástica especial que aumenta la movilidad de personas con daño cerebral Científicos suecos han diseñado un traje con electrodos que activa los músculos de una persona, para personas con dolor crónico y parálisis provocada por daño cerebral.
Alivia la tensión y los espasmos, reduce el dolor y aumenta la movilidad.
La prenda cuesta 5.600 euros por dos años de uso garantizados, aunque también la financia el sistema de salud sueco. Una alternativa a los tratamientos dolorosos y a la cirugía para el daño cerebral puede estar ahora disponible en forma del traje corporal elástico provisto de electrodos que ha sido diseñado en el KTH Royal Institute of Technology (Suecia), en colaboración con socios industriales del sector de la salud y el cuidado.
 La prenda, llamada Mollii, podría aumentar el rango de movimientos y reducir el dolor de las personas con lesiones cerebrales y trastornos neurológicos como la esclerosis múltiple o la parálisis cerebral. La prenda proporciona al cuerpo estimulación eléctrica para aliviar la tensión y los espasmos.
 El resultado es una menor percepción del dolor y un aumento de la movilidad.
 Origen de la idea La idea la tuvo un quiropráctico sueco, Fredrik Lundqvist, que trabajaba en la rehabilitación de pacientes con daño cerebral. A Lundqvist se le ocurrió coser estímulos eléctricos en prendas que el paciente pudiera llevar puestas. Les llevó la idea a los investigadores del KTH, Johan Gawell y Jonas Wistrand, del Departamento de Diseño de Máquinas.
"Crearon un prototipo del producto, y ahora ya trabajan a tiempo completo en el desarrollo de Mollii", explica Lundqvist en la nota de prensa del KTH. "Necesitamos más ingenieros en la atención médica", añade. Composición del traje Diseñado con los mismos materiales que un traje de baño ordinario, el traje tiene cosido un conductor elástico y electrodos que caen sobre los músculos principales.
 La corriente eléctrica está alimentada con pilas y se lleva a cabo a través de cables de plata enchufados a los 58 electrodos del interior de la prenda, que a su vez estimulan hasta 42 músculos distintos, de acuerdo con las necesidades del paciente. Las pilas se colocan en una pequeña caja de control montada en la cintura. "La idea es que la prenda debe usarse durante unas horas, tres veces por semana, y se espera que el efecto dure hasta dos días", señala Lundqvist.
 A los usuarios se les recomienda entrenarse y hacer estiramientos al tiempo que siguen el tratamiento. "Para mejorar la calidad de vida del paciente se puede optar por utilizar Mollii una hora antes de ir al trabajo, la escuela o un evento social. Eso permite que el cuerpo funcione de la mejor manera posible cuando es realmente necesario", explica.
 La prenda se ha demostrado ser altamente eficaz en exámenes llevados a cabo en pacientes, en colaboración con el Instituto Karolinska de Estocolmo, asegura Lundvist. "El cien por ciento de los participantes en la encuesta dicen que han experimentado mejoras en su calidad de vida", añade. Por ejemplo, pacientes de ictus, con parálisis en un lado, han conseguido un aumento de la movilidad en las extremidades espásticas (con espasmos), y mejoraron su modo de andar y el funcionamiento de sus brazos y manos. Dormir mejor "Como beneficio adicional, los pacientes suelen dormir mejor, y sus habilidades motoras faríngeas y su habla mejoraron después de usar Mollii", añade Lundqvist.
 El tratamiento de los pacientes con dificultades de movimiento y dolor debido a daño neurológico a menudo puede requerir cirugía, inyecciones de bótox o fuertes medicamentos. "Estos tratamientos implican altos costes y efectos secundarios, mientras que nuestra ropa es simple y segura de usar", afirma Lundqvist. "Se puede reducir el número de visitas al hospital porque el tratamiento puede realizarse en casa. Y, cuando aumenta la movilidad, hay menos necesidad de andadores o sillas de ruedas." Mollii es un dispositivo médico que cuenta con la marca CE de seguridad, pero aún no se han realizado pruebas clínicas independientes. La prenda ya está disponible a través del sistema de salud sueco como herramienta personal prescrita por los terapeutas físicos u ocupacionales. En Dinamarca, ya está subvencionada con fondos municipales para el tratamiento del daño nervioso, con la prescripción de un fisioterapeuta. También se puede comprar directamente a la compañía Inerventions. El precio es de unos 5.600 euros por dos años garantizados de tratamiento de la espasticidad. Si durante ese tiempo la prenda se queda pequeña, el paciente puede obtener otra sin coste adicional.

sábado, 12 de octubre de 2013

''Descubren droga que mejora el funcionamiento cerebral''

Un compuesto revierte déficits cognitivos similares a los del síndrome de Down Pruebas con ratones revelan que potencia el crecimiento normal del cerebelo
 Investigadores estadounidenses han identificado un compuesto que potencia el crecimiento normal del cerebelo en ratones con una condición similar al síndrome de Down, fortaleciendo así su capacidad de aprendizaje y orientación.
 Este efecto se consiguió con una sola dosis del medicamento, aplicada en el momento del nacimiento de los animales. Aunque este compuesto no podría aplicarse a los humanos, los científicos señalan que los resultados obtenidos son prometedores. Investigadores de la Universidad Johns Hopkins y de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos han identificado un compuesto que refuerza drásticamente el aprendizaje y la memoria cuando se administra a ratones con una condición similar al síndrome de Down, el mismo día de su nacimiento. Tal y como informan los científicos en la revista Science Translational Medicine, el tratamiento, de una única dosis, parece permitir que el cerebelo de los cerebros de estos roedores se desarrolle hasta alcanzar un tamaño normal.
 Los científicos advierten que el uso de este compuesto, una pequeña molécula antagonista de la llamada vía de señalización Sonic hedgehog, aún no ha demostrado ser seguro para el tratamiento de humanos con síndrome de Down. A pesar de ello, señalan que sus experimentos resultan prometedores para un futuro desarrollo de fármacos similares. "La mayoría de las personas con síndrome de Down tienen un cerebelo que es alrededor del 60% del tamaño normal" explica Roger Reeves, profesor del Instituto McKusick-Nathans de Medicina Genética en la Johns Hopkins School of Medicine, en un comunicado de la Universidad. "Tratamos a los ratones con síntomas similares a los del síndrome de Down con un compuesto que pensamos podría normalizar el crecimiento del cerebelo, y funcionó muy bien. Lo que no esperábamos fueron los efectos (del compuesto) sobre el aprendizaje y la memoria, generalmente controlados por el hipocampo y no por el cerebelo”, continúa el científico.
 Aplicado en ratones genéticamente modificados Reeves ha dedicado su carrera a estudiar el síndrome de Down, una condición que se da cuando las personas tienen tres copias del cromosoma 21, en lugar de las dos habituales. Como resultado de esta "trisomía", estas personas tienen copias adicionales de los más de 300 genes alojados en ese cromosoma, lo que produce su discapacidad intelectual, sus rasgos faciales característicos y, en ocasiones, problemas de corazón, entre otras condiciones de salud. Dado que el síndrome de Down involucra a tantos genes, sus tratamientos en desarrollo suponen un reto formidable, explica Reeves.
 Para los experimentos actuales, el científico y sus colaboradores utilizaron ratones genéticamente modificados para que éstos tuvieran copias adicionales de alrededor de la mitad de los genes que se encuentran en el cromosoma 21 humano. Los ratones adquirieron así características similares a las de las personas con síndrome de Down, incluyendo un cerebelo relativamente pequeño y la dificultad para aprender y recordar cómo orientarse y moverse en un entorno familiar. Basándose en experimentos anteriores sobre cómo el síndrome de Down afecta el desarrollo del cerebro, los investigadores trataron de sobrecargar una cadena bioquímica de eventos conocidos (la vía de Sonic Hedgehog), que desencadena el crecimiento y el desarrollo. Para ello usaron un compuesto, el antagonista de la vía Sonic Hedgehog ya mencionado, que podría conseguir justamente ese efecto. El compuesto se inyectó a los ratones sólo una vez, el día de su nacimiento. De este modo, se logró “normalizar completamente el crecimiento del cerebelo hasta la edad adulta, con una sola inyección”, asegura Reeves.
 Pero el equipo de investigación fue más allá de la medición del cerebelo, en busca de cambios en el comportamiento de los ratones tratados. Comprobó así que estos animales –en comparación con ratones con las mismas características pero no tratados y con ratones normales- se orientaron tan bien como los normales en el laberinto de agua, una prueba para medir la orientación en un entorno familiar. Son necesarias más investigaciones Reeves afirma que aún se necesita más investigación para comprender con exactitud por qué funciona este tratamiento, ya que el examen de ciertas células de la región cerebral del hipocampo‎ involucradas en el aprendizaje y afectadas por el síndrome de Down reveló que éstas no habían sufrido cambios como consecuencia de la aplicación del compuesto, a pesar de la mejora en el aprendizaje constatada. Una idea sobre la causa de este efecto es que es posible que el tratamiento haya propiciado el fortalecimiento de la comunicación entre el cerebelo y el hipocampo, teoriza Reeves.
 En cuanto al potencial de este compuesto como futuro medicamento para humanos, según el investigador, el problema radica en que éste propiciaría la alteración de una importante cadena biológica de eventos, lo que probablemente conllevaría muchos efectos no deseados en todo el cuerpo, como el aumento del riesgo de cáncer.
 De cualquier forma, el equipo planea buscar formas más específicas y seguras de aprovechar su hallazgo, aunque sin esperanzas de llegar a crear una “cura” total para todos los problemas de aprendizaje y memoria vinculados al síndrome de Down. "El síndrome de Down es muy complejo, y nadie piensa que (este compuesto) vaya a ser una bala de plata que normalice la cognición", dice. "Se necesitan enfoques múltiples", concluye Reeves.

 Referencia bibliográfica: Ishita Das, Joo-Min Park, Jung H. Shin, Soo Kyeong Jeon, Hernan Lorenzi, David J. Linden, Paul F. Worley y Roger H. Reeves. Hedgehog Agonist Therapy Corrects Structural and Cognitive Deficits in a Down Syndrome Mouse Model. Science Translational Medicine (2013). DOI:10.1126/scitranslmed.3005983.

jueves, 24 de octubre de 2013

''Desarrollan traje que calma el dolor y aumenta la movilidad en pacientes con daño cerebral''

Un traje con electrodos que reduce el dolor crónico y estimula la musculatura
Científicos suecos diseñan una ropa elástica especial que aumenta la movilidad de personas con daño cerebral Científicos suecos han diseñado un traje con electrodos que activa los músculos de una persona, para personas con dolor crónico y parálisis provocada por daño cerebral.
Alivia la tensión y los espasmos, reduce el dolor y aumenta la movilidad.
La prenda cuesta 5.600 euros por dos años de uso garantizados, aunque también la financia el sistema de salud sueco. Una alternativa a los tratamientos dolorosos y a la cirugía para el daño cerebral puede estar ahora disponible en forma del traje corporal elástico provisto de electrodos que ha sido diseñado en el KTH Royal Institute of Technology (Suecia), en colaboración con socios industriales del sector de la salud y el cuidado.
 La prenda, llamada Mollii, podría aumentar el rango de movimientos y reducir el dolor de las personas con lesiones cerebrales y trastornos neurológicos como la esclerosis múltiple o la parálisis cerebral. La prenda proporciona al cuerpo estimulación eléctrica para aliviar la tensión y los espasmos.
 El resultado es una menor percepción del dolor y un aumento de la movilidad.
 Origen de la idea La idea la tuvo un quiropráctico sueco, Fredrik Lundqvist, que trabajaba en la rehabilitación de pacientes con daño cerebral. A Lundqvist se le ocurrió coser estímulos eléctricos en prendas que el paciente pudiera llevar puestas. Les llevó la idea a los investigadores del KTH, Johan Gawell y Jonas Wistrand, del Departamento de Diseño de Máquinas.
"Crearon un prototipo del producto, y ahora ya trabajan a tiempo completo en el desarrollo de Mollii", explica Lundqvist en la nota de prensa del KTH. "Necesitamos más ingenieros en la atención médica", añade. Composición del traje Diseñado con los mismos materiales que un traje de baño ordinario, el traje tiene cosido un conductor elástico y electrodos que caen sobre los músculos principales.
 La corriente eléctrica está alimentada con pilas y se lleva a cabo a través de cables de plata enchufados a los 58 electrodos del interior de la prenda, que a su vez estimulan hasta 42 músculos distintos, de acuerdo con las necesidades del paciente. Las pilas se colocan en una pequeña caja de control montada en la cintura. "La idea es que la prenda debe usarse durante unas horas, tres veces por semana, y se espera que el efecto dure hasta dos días", señala Lundqvist.
 A los usuarios se les recomienda entrenarse y hacer estiramientos al tiempo que siguen el tratamiento. "Para mejorar la calidad de vida del paciente se puede optar por utilizar Mollii una hora antes de ir al trabajo, la escuela o un evento social. Eso permite que el cuerpo funcione de la mejor manera posible cuando es realmente necesario", explica.
 La prenda se ha demostrado ser altamente eficaz en exámenes llevados a cabo en pacientes, en colaboración con el Instituto Karolinska de Estocolmo, asegura Lundvist. "El cien por ciento de los participantes en la encuesta dicen que han experimentado mejoras en su calidad de vida", añade. Por ejemplo, pacientes de ictus, con parálisis en un lado, han conseguido un aumento de la movilidad en las extremidades espásticas (con espasmos), y mejoraron su modo de andar y el funcionamiento de sus brazos y manos. Dormir mejor "Como beneficio adicional, los pacientes suelen dormir mejor, y sus habilidades motoras faríngeas y su habla mejoraron después de usar Mollii", añade Lundqvist.
 El tratamiento de los pacientes con dificultades de movimiento y dolor debido a daño neurológico a menudo puede requerir cirugía, inyecciones de bótox o fuertes medicamentos. "Estos tratamientos implican altos costes y efectos secundarios, mientras que nuestra ropa es simple y segura de usar", afirma Lundqvist. "Se puede reducir el número de visitas al hospital porque el tratamiento puede realizarse en casa. Y, cuando aumenta la movilidad, hay menos necesidad de andadores o sillas de ruedas." Mollii es un dispositivo médico que cuenta con la marca CE de seguridad, pero aún no se han realizado pruebas clínicas independientes. La prenda ya está disponible a través del sistema de salud sueco como herramienta personal prescrita por los terapeutas físicos u ocupacionales. En Dinamarca, ya está subvencionada con fondos municipales para el tratamiento del daño nervioso, con la prescripción de un fisioterapeuta. También se puede comprar directamente a la compañía Inerventions. El precio es de unos 5.600 euros por dos años garantizados de tratamiento de la espasticidad. Si durante ese tiempo la prenda se queda pequeña, el paciente puede obtener otra sin coste adicional.

sábado, 12 de octubre de 2013

''Descubren droga que mejora el funcionamiento cerebral''

Un compuesto revierte déficits cognitivos similares a los del síndrome de Down Pruebas con ratones revelan que potencia el crecimiento normal del cerebelo
 Investigadores estadounidenses han identificado un compuesto que potencia el crecimiento normal del cerebelo en ratones con una condición similar al síndrome de Down, fortaleciendo así su capacidad de aprendizaje y orientación.
 Este efecto se consiguió con una sola dosis del medicamento, aplicada en el momento del nacimiento de los animales. Aunque este compuesto no podría aplicarse a los humanos, los científicos señalan que los resultados obtenidos son prometedores. Investigadores de la Universidad Johns Hopkins y de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos han identificado un compuesto que refuerza drásticamente el aprendizaje y la memoria cuando se administra a ratones con una condición similar al síndrome de Down, el mismo día de su nacimiento. Tal y como informan los científicos en la revista Science Translational Medicine, el tratamiento, de una única dosis, parece permitir que el cerebelo de los cerebros de estos roedores se desarrolle hasta alcanzar un tamaño normal.
 Los científicos advierten que el uso de este compuesto, una pequeña molécula antagonista de la llamada vía de señalización Sonic hedgehog, aún no ha demostrado ser seguro para el tratamiento de humanos con síndrome de Down. A pesar de ello, señalan que sus experimentos resultan prometedores para un futuro desarrollo de fármacos similares. "La mayoría de las personas con síndrome de Down tienen un cerebelo que es alrededor del 60% del tamaño normal" explica Roger Reeves, profesor del Instituto McKusick-Nathans de Medicina Genética en la Johns Hopkins School of Medicine, en un comunicado de la Universidad. "Tratamos a los ratones con síntomas similares a los del síndrome de Down con un compuesto que pensamos podría normalizar el crecimiento del cerebelo, y funcionó muy bien. Lo que no esperábamos fueron los efectos (del compuesto) sobre el aprendizaje y la memoria, generalmente controlados por el hipocampo y no por el cerebelo”, continúa el científico.
 Aplicado en ratones genéticamente modificados Reeves ha dedicado su carrera a estudiar el síndrome de Down, una condición que se da cuando las personas tienen tres copias del cromosoma 21, en lugar de las dos habituales. Como resultado de esta "trisomía", estas personas tienen copias adicionales de los más de 300 genes alojados en ese cromosoma, lo que produce su discapacidad intelectual, sus rasgos faciales característicos y, en ocasiones, problemas de corazón, entre otras condiciones de salud. Dado que el síndrome de Down involucra a tantos genes, sus tratamientos en desarrollo suponen un reto formidable, explica Reeves.
 Para los experimentos actuales, el científico y sus colaboradores utilizaron ratones genéticamente modificados para que éstos tuvieran copias adicionales de alrededor de la mitad de los genes que se encuentran en el cromosoma 21 humano. Los ratones adquirieron así características similares a las de las personas con síndrome de Down, incluyendo un cerebelo relativamente pequeño y la dificultad para aprender y recordar cómo orientarse y moverse en un entorno familiar. Basándose en experimentos anteriores sobre cómo el síndrome de Down afecta el desarrollo del cerebro, los investigadores trataron de sobrecargar una cadena bioquímica de eventos conocidos (la vía de Sonic Hedgehog), que desencadena el crecimiento y el desarrollo. Para ello usaron un compuesto, el antagonista de la vía Sonic Hedgehog ya mencionado, que podría conseguir justamente ese efecto. El compuesto se inyectó a los ratones sólo una vez, el día de su nacimiento. De este modo, se logró “normalizar completamente el crecimiento del cerebelo hasta la edad adulta, con una sola inyección”, asegura Reeves.
 Pero el equipo de investigación fue más allá de la medición del cerebelo, en busca de cambios en el comportamiento de los ratones tratados. Comprobó así que estos animales –en comparación con ratones con las mismas características pero no tratados y con ratones normales- se orientaron tan bien como los normales en el laberinto de agua, una prueba para medir la orientación en un entorno familiar. Son necesarias más investigaciones Reeves afirma que aún se necesita más investigación para comprender con exactitud por qué funciona este tratamiento, ya que el examen de ciertas células de la región cerebral del hipocampo‎ involucradas en el aprendizaje y afectadas por el síndrome de Down reveló que éstas no habían sufrido cambios como consecuencia de la aplicación del compuesto, a pesar de la mejora en el aprendizaje constatada. Una idea sobre la causa de este efecto es que es posible que el tratamiento haya propiciado el fortalecimiento de la comunicación entre el cerebelo y el hipocampo, teoriza Reeves.
 En cuanto al potencial de este compuesto como futuro medicamento para humanos, según el investigador, el problema radica en que éste propiciaría la alteración de una importante cadena biológica de eventos, lo que probablemente conllevaría muchos efectos no deseados en todo el cuerpo, como el aumento del riesgo de cáncer.
 De cualquier forma, el equipo planea buscar formas más específicas y seguras de aprovechar su hallazgo, aunque sin esperanzas de llegar a crear una “cura” total para todos los problemas de aprendizaje y memoria vinculados al síndrome de Down. "El síndrome de Down es muy complejo, y nadie piensa que (este compuesto) vaya a ser una bala de plata que normalice la cognición", dice. "Se necesitan enfoques múltiples", concluye Reeves.

 Referencia bibliográfica: Ishita Das, Joo-Min Park, Jung H. Shin, Soo Kyeong Jeon, Hernan Lorenzi, David J. Linden, Paul F. Worley y Roger H. Reeves. Hedgehog Agonist Therapy Corrects Structural and Cognitive Deficits in a Down Syndrome Mouse Model. Science Translational Medicine (2013). DOI:10.1126/scitranslmed.3005983.